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La inflación argentina rompe la barrera del 60% interanual

El IPC sube 5,1% en mayo y acumula 29,3% desde enero

Federico Rivas Molina
Supermercado en Argentina
Frente de un supermercado con los precios de algunos productos en el escaparate, en Buenos Aires, el 17 de marzo de 2022.MARIANA NEDELCU (REUTERS)

La inflación en Argentina ha alcanzado en mayo el 60,7% interanual, la mayor subida desde 1992. El mes pasado ha cerrado con un 5,1% de inflación, algo mejor que el 6% registrado en abril y el 6,7 de marzo, pero lejos de las cifras que necesita el país sudamericano si pretende cumplir con la metas acordadas con el FMI el año pasado, por debajo del 50%. Los precios han subido 29,3% durante los primeros cinco meses del año. El último relevamiento de expectativas que el Banco Central publica cada mes ya pronostica para 2022 una inflación del 72,7%.

En el año, llega a acumular 29,3%. Los servicios de salud y transporte fueron los que más aumentaron en mayo, seguido por los alimentos (4,4%). Días antes de conocerse el dato difundido por el Indec, la oficina de estadísticas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había pronosticado una cifra más baja que en abril. “Por supuesto que cualquier número de estos que estamos hablando son altos”, dijo, “problemáticos para el funcionamiento de nuestra sociedad y nuestra economía”.

La inflación es un problema crónico en Argentina. La subida de los precios lleva en dos dígitos anuales desde la salida de la convertibilidad del peso con el dólar, en 2002. Ningún Gobierno, ya sea de izquierda o de derecha, ha encontrado la fórmula para bajarla. En el fondo de la cuestión está el déficit fiscal: Argentina gasta más de lo que produce y cubre ese rojo ya sea con endeudamiento externo -como el Gobierno de Mauricio Macri- o con emisión monetaria -como ha hecho históricamente el kirchnerismo. Hoy, Argentina no puede hacer ni una cosa ni la otra: las tasas de interés que debe pagar la mantienen fuera de los mercados de crédito internacional y la emisión monetaria está al límite. Solo en 2021, el Tesoro giró al Estado nacional 2,1 billones de pesos, equivalentes al 4,8% del PIB.

La situación se agrava ahora por un escenario internacional especialmente hostil para economías sin crédito y bajos niveles de reservas internacionales, como la de Argentina. La presión inflacionaria no cede en Estados Unidos, donde el IPC registró una tasa interanual del 8,6% en mayo, récord desde diciembre de 1981. El dato vuelve cada vez más probable que la FED suba las tasas de interés incluso más de lo que se esperaba. En marzo, a subida fue de 25 puntos y en mayo otros 50 puntos. La incertidumbre global genera una migración del dinero hacia inversiones más seguras y golpea a mercados más inestables como el argentino.

La semana pasada, los bonos de deuda del país sudamericano se desplomaron y el riesgo país -el diferencial de tasa que paga sobre la deuda de EEUU, superó los 2.000 puntos. En septiembre de 2020, tras acordar con los acreedores privados una reestructuración de la deuda, el riesgo país argentino apenas superaba los 1.000 puntos.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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